Dejamos los pasos a medio andar, bajamos los brazos sin respirar
y el silencio es un estruendo, a quien yo aún recuerdo.
Y me río, me escondo, y juego con ello
¿Cuándo el sol dejó de acostarse a nuestros pies?, ¿cuándo la luna dejó de importar?
¡Pero yo aún quiero cantar!
Dejamos de ir, dejamos de ver..
¿Cuándo dejamos de ser?